domingo, 30 de septiembre de 2018

la voz de la tristeza

la voz de la tristeza
me sangra los ojos           me
detiene los labios que pretenden
apuntar al cielo invisible de hoy

apoyada en mi cuello como una bigornia
detenta mi mente                     absorta
mi cuerpo inmóvil                 
dubitativo                    anacrónico

no pasa la palabra no cabe en el instante
hay               una muerte momentánea zumbando
hasta volver en no
la mano helada que me reinicia

de dónde pende el ahora
qué piolín resucita este títere
agobiado de padecimientos
dónde poner los signos de interrogación

la moral resurge o simula
haber huido por la puerta
en que se aleja el día

los tacos comienzan a taconear
las bocinas                        gritan otra vez
hay murmullos en las aceras
mentiras vomitando la realidad

partículas de tu voz

un pedacito de voz        en la mano reseca
que enfría el aliento del ser         arrastra
tu canto emplumado

llevás flores en tu pico de hacer entender
pardo latido que me camina
el escondite solitario                  donde quieren
suicidarme los placeres

las palabras agónicas               que mi sangre
derrocha                      agota los caracteres
hojas moribundas           que mi cuerpo
regala a la tierra

las partículas de tu voz               acompasan
los bramidos del advenimiento
la caverna oscura y caliente de
pecho embravecido

jalón de la locura que me enreda
sus brazos de niño en berrinche
clamor osado canturreando la soledad
a la hora de la siesta

nunca me abandones voz
disparo de la felicidad
que me derrocha 

voz de vos

camino pisándome las palabras
las bocanadas excéntricas                   que quisieran
lograrme inmortal

deposito mi boca en un árbol
hasta que vengas a empollar tu figura
                                                      entre mis labios
la tibieza de mi voz                del aliento ululando
en tus oídos

escribiendo soy                 me soy
con el hambre en las manos
para saberla             otra vez
qué se siente                       qué se miente

vos voz de vos
que invadís mis pieles acartonadas
mi íntimo susurro
esa bisectriz que cultiva los escalofríos
la espera eternizada

recuerdo tu tono                     tu confianza
linda más linda            oh
encuentros                  felicidades buscadas
entramándonos                   entreamándonos

a la hora de partir
como estrellas
que pierde la noche

lunes, 17 de septiembre de 2018

invasora voz

aquel día                mi voz
entraba por su boca             como un pájaro de silencio
pasando por el pecho
hasta salir de sus senos

goteaban palabras sus pezones
dulces juegos               poemas
caricias del lenguaje

agujereaba sus pesares         mi
vociferar atroz                      troglodita
de un tiempo sin tic tac        anacrónico
errático erradamente

enramadamente                   en mis músculos
de escriba apócrifo              donde nunca se posó
ni se sostuvo en mi mano             una reseca mariposa
muerta alada

no empujó mi habla         la colorida
de perfumes asesinados   que lamieron
los jugos de mi ser           la esencia
de cada palabra goteando

estallando a tus pies

jueves, 13 de septiembre de 2018

voceás

cuando siento tu voz acongojada
sobrevolando este mundo
una araña de hielo                      inyecta
la dosis que habita mi estómago

asesta una vejez en mi pecho
para huir de los tiempos
exiliándome de los instantes
hasta de mi propia poesía

será la muerte así                  un golpe
final de los sentidos                   una avalancha
última de amor

tu voz se me implanta como alma
para reemplazar la ya herida               desvencijada
poniéndole una flor piadosa            a las
exequias traslúcidas

tu aliento que sale de mi boca
es un alarido volátil                 eufórico               sosegado
amplía            mi valor              mi necesidad
hasta rozar tu perfección con las yemas

las que me permiten reconocerte
recuperar al menos un momento
en la vida irónica del ser
en los días inexpugnables

en las respiraciones sobre la brisa caliente
con la que tu tono
me resucita

domingo, 9 de septiembre de 2018

voz

el cielo se ha cubierto                  de
vilipendiados y estorbos              como
la voz hipócrita del ser

mi voz que ensancha la aorta
la lengua blanquecina                  qué
incansable golpetea palabras

el aliento caliente de mi voz
directa entre las noches azules
arrojando sus telones                 pesados
sobre la consciencia

elocución palpando sabidurías
y escaseos sobre el cuerpo del corazón
que amparado sorbe                 la verdad
los compromisos e ideales

mano que mana desde adentro
donde la sangre se enfurece
filosofando la ignorancia
rauda                 bullida entre labio y labio

a la espera siempre                     aúlla
al escriba que entinta la memoria impoluta
que dice

naciendo

 hay ahí una eternidad un sendero donde me paro y mis manos son íntimas placebo de sus pieles voces de mi intelecto a quién acudo de vez en ...