viernes, 4 de julio de 2014

Obrero

en el cauce de las lágrimas
se derrama la tierra

la causa del trabajo
la herencia del sacrificio

rostro desgajado
experiencias frustradas
encaminan un presente
sin futuro

perros rabiosos se revuelcan
en parvas de vil metal y poder

mientras las vértebras crujen
injusticias

en esos labios resecos
como la muerte

mora la palabra
el arma sagrada
de los menos

se expanden los pómulos castigados
para sacarlas
como balas calientes

que apuntan tan solo
la cabeza deshabitada

por ausencia de corazón

naciendo

 hay ahí una eternidad un sendero donde me paro y mis manos son íntimas placebo de sus pieles voces de mi intelecto a quién acudo de vez en ...