jueves, 2 de noviembre de 2017

deshecho

el tiempo               en sus pechos fríos
de alimentar nada           dice nada
no coteja entre lo que fui y lo que soy

se canaliza en los collares
que me acogotan       me lamen las incertidumbres
de pudrirme a la intemperie

en la mazorca dorada del pecho
espelet de mis sienes
de mis razones irracionales

roncas frecuencias de mi garganta íntima
sola de mi             mía

míame el alma              aromame el olor
que me embauca los pormenores
que embriagan el presente de este existir
a tientas              apenas a tientas

no ves que se me pudre la jornada
no ves que aclara la noche
que estibo cada uno de mis pesares

sobreseyendo las venas y su sangre
todo lo que se arroja de vos y no llega
y no clama la calamidad                  los calambres

ahora lo estéril de buscarte           y de hallarte en ningún lado
de corroer la lejanía                      los buches de las buchonas
que arrojan semillas al vacío                lío

que me desabarca               los tejidos la pulpa de mi ser
casi inexistente                   casi deshecho
como el paso final de la muerte

naciendo

 hay ahí una eternidad un sendero donde me paro y mis manos son íntimas placebo de sus pieles voces de mi intelecto a quién acudo de vez en ...