lunes, 5 de octubre de 2020

embrión

debería entrar al paraíso 

                                   con la boca cosida 

dar pasos ahogando el polvo de las nubes

pegado a los pies


mirar con ojos del delirio

absorber el marrón de las pupilas

hacer trizas la visión

en el cristal de la lente


expulsar la ironía desde los poros

despejar el olor puro del cuerpo

ser inocente de la mismísima esclavitud

depurar la maravilla entrada a mis oídos

la devoción


carcomerle al cerebro

                             la granita marmórea

que jamás traspuso el corazón

ser despenachado              desalado

ambiguo sin punto cardinal


embrión

                    forzar cada músculo

entre paréntesis para desintegrarme

hasta el infierno

y allí

extractar la voz


          


domingo, 4 de octubre de 2020

vengo todo herido

 la fruta boreal se desborda

                                            en el ombligo

en los hijos corroyendo amores

yugulados por un corazón anciano


lleva hilos de plata

                           cada costura

la cicatriz viciosa que contiene los adentro

los exabruptos que pretenden abolir sentidos

impávidos


pasos apocados entre charcos

nada pecuniario leva al sol

para dejar ver la línea del alba

un albur contorsiona el agua de la lengua

insiste            insiste


estocadas            puntazos

balas                     besos

sexo incontenible

amorosidades que oxidan el pecho


así se ahoga          se atora el cuerpo antes

de escupir cada palabra


residualidad

 una mañana en el recreo

en la conmiseración       vislumbra

ojos ajetreados de pena en pena


porque las vivencias se encarnan

en la funda escuálida de cada uno

y no hay más opción que tragarse

los caminos


los seres que entraron por una aurícula

y salieron por la otra dejando la residualidad

paseando por la saliva detrás

del pómulo inquieto 

se ahogan en las pieles del alma


sábado, 3 de octubre de 2020

escriba

donde acaece toda la espuma   

toda la sangre              la sal

se advierte un minuto más

un sol             una tormenta        el transcurrir


ida y vuelta de la felicidad         la mentirosa

la tristeza                 los destinos

la permanencia socava en el envase de los huesos


ronqueras del porvenir             acechan

párpados detenidos a mitad de ojo

derrotas elucubrando seres

para darlos por vencidos

amontonados

                          en las esperanzas desesperadas


aguardando escampes y tibiezas

hierbas que sostengan

cuerpos desnudados 

                                   anudados por otros cuerpos


así

grafía el amor

     


naciendo

 hay ahí una eternidad un sendero donde me paro y mis manos son íntimas placebo de sus pieles voces de mi intelecto a quién acudo de vez en ...