martes, 24 de febrero de 2015

Hojas

como sombra de hojas
dejás ver el sol que te posee

esa caricia tibia
que arranca los más íntimo de los dos

es que mi amor es una ira
que sofoca al Mundo

porque tus manos
nacieron ayer
como fresias coloridas

son una maqueta que urge
y te desnuda

te hace libre
como un mural de Siqueiros

y me deja
cual la Boca de la Verdad

meciéndome en el tul
del cielo

hasta volver en si
de ese viaje inevitable
que es tu vida

Noche y día

goteo dentro de mi ser

mientras salgo de la noche
abriendo su cortina de sueños

es el día ya

es el aroma de los pájaros
el griterío de las hojas al viento

las risas de quienes tienen la verdad
que son los niños

de pronto
hablo sin razón


arrojo palabras por doquier

tratando de golpear con amor
las cabezas de los transeúntes

que no son pocos
son miles

como abejas que liban
un jardín ardiendo en néctar

más tarde me incorporo
arrancándome los besos
que cubrirán el Universo

y ahí te veo
sentada en el umbral de mi puerta

y tus rizos
me erizan

y me convierten en el más tierno animal

viernes, 13 de febrero de 2015

El día de las flores

mis manos arrojan flores
que envenenan transeúntes

flores con aroma a libertad

es el día de la victoria
de las flores

es que no ha nacido aún
quien dará el veredicto
para coleccionar adictos
y malaventurados

es que la naturaleza murió ayer
preguntando quién fue su madre

mientras los perros ladraban a los muertos
y los gatos lamían elocuencias

son vasos
repletos de aire
los que beberemos
sin saber a dónde ir

vasos que no saciarán la sed
si no el "tal vez"

de vez en cuando
acabará el amor
para renacer en la mañana
en que muera el último ser

el amor que nos dará vida
cuando recuperemos la niñez

y nos veamos repletos
de algarabía y veracidad

las palomas serán rojas
o verdes
o del color de los tiempos

hasta que reclinemos las sillas
estancadas en nuestro hogar

donde moriremos felices
para luego vivir

entonces
de nada servirá rezar

Pasos

aquí está
el caminante

con los pies vendados
de sueños y nostalgias

midiendo las distancias
de un amor a otro

pateando piedritas
de incertidumbre

aquí está el caminante

besando las heridas
de sus hijos

aromando a la mujer
que lo acompaña

masticando ramas
disfrutando las fragancias

aquí está el caminante
mutando balas por flores

sintiendo en su frente
la brisa de sus principios

dando pasos
hacia el mañana

Espejos

de vez en cuando
habito en sus delicias
en ese mundo inexplicable
invulnerable

en ellos
la verdad no fue parida

lo real
golpea su cabeza
en esa pared de luz

ellos roban vidas
para embellecer lo externo

allí derrocho risas
blasfemias

emprolijo el mundo del revés

ahí
en esa pecera gigante
de mentiras

Iridiscencia

es tu brillo

son sus dedos
que acarician mis ojos

el agua de tus labios
tu sonrisa espejada

los mensajes suaves
a mi corazón

¿ qué luz ha de ser más fugaz
y permanente
que la de tus brazos?

ellos me albergan
cuando retorno a la inocencia
cuando me vuelvo frágil
vulnerable

¿qué luz?
tan nocturna
tan elocuente ante mi pena

¿qué luz?
tan infinita
eterna y cálida

¿qué dirá la luciérnaga?

Mi pueblo

anido en los trigales
en las espigas ígneas
que sucumbirán por las semillas

soy de donde el viento
arrulla los cerros
dormidos por el calor sofocante
del Dios de oro

de los campos helados
por las barbas del invierno

abejas y pájaros
polinizan la primavera
los subditos del sol

soy del arroyo Pillahuincó
de la liebre y la perdíz
de la oveja inmutable

tengo olor a tilo
en los poros

en la piel
erizada por la historia
y Salamone

mientras aquí
lejano a la delicia

mi mente desgrana los instantes
que me han hecho feliz

jueves, 5 de febrero de 2015

Ella

        a Laura


va buscando migajas de primavera
con piel de agua

acaricia los bordes de mi lado más estúpido
o más amante

junta restos cristalizados
de mis ojos

junta días       horas
junta escarcha

para esparcirla tibia
sobre mi cuerpo de pétalo

arranca hierba brava
yuyos              matorrales
enmarañados en mi aladar

sus miradas ultravioletas
penetran mi más interno amor

envenenándolo
hasta el día de mis exequias

desde hoy
en que la mariposa se extinguió

naciendo

 hay ahí una eternidad un sendero donde me paro y mis manos son íntimas placebo de sus pieles voces de mi intelecto a quién acudo de vez en ...