domingo, 12 de febrero de 2012

Desorbitado

tengo la oscuridad pegada en los párpados
el desgarro de querer ser

camino entre lodo y heces
perfumado de indiferencias

roído por garras humanas
hediento de represión

resignado
como un rumiante dispuesto a morir

la carne tensa
los hijos quemándome el corazón

en tanto
         la injusticia se levanta a cada puñetazo
me persigue
              pero resisto igual que ella

¡ no me traigan más muerte!

déjenme ser imperfecto y feliz 

déjenme caer en el abismo de mis principios

no vean mi estética

piérdanse en el intrincado escondrijo
en mi propio yo

¡ solo estoy pidiendo un favor
un tiro de gracia de la compasión!

mi niño está escondido en su laberinto
taciturno          por no hallar el camino



perdónenme
por la mímica de querer parecerme a todos para agradar

aún conservo ideas de acero
                                        y pies de azúcar

me derrumbo en cada zancada

esquivo el manotazo de la incomprensión

pero no me meto en atuendos de víctima

escarbo desesperado
terrón por terrón
hundo la nariz
cabeza
hombros
toda mi existencia

pero sigo sin encontrar
las exequias del amor

naciendo

 hay ahí una eternidad un sendero donde me paro y mis manos son íntimas placebo de sus pieles voces de mi intelecto a quién acudo de vez en ...