domingo, 9 de septiembre de 2018

voz

el cielo se ha cubierto                  de
vilipendiados y estorbos              como
la voz hipócrita del ser

mi voz que ensancha la aorta
la lengua blanquecina                  qué
incansable golpetea palabras

el aliento caliente de mi voz
directa entre las noches azules
arrojando sus telones                 pesados
sobre la consciencia

elocución palpando sabidurías
y escaseos sobre el cuerpo del corazón
que amparado sorbe                 la verdad
los compromisos e ideales

mano que mana desde adentro
donde la sangre se enfurece
filosofando la ignorancia
rauda                 bullida entre labio y labio

a la espera siempre                     aúlla
al escriba que entinta la memoria impoluta
que dice

No hay comentarios:

naciendo

 hay ahí una eternidad un sendero donde me paro y mis manos son íntimas placebo de sus pieles voces de mi intelecto a quién acudo de vez en ...