y en las pupilas quedaron sus cayos
blancos amarillos rosados
se saltearon las malas costumbres
y
uno más de nosotros viviendo en la calle
y otro otro otro
otro durmiendo en su charco de lágrimas
en su calamidad en la calcarea desolación
en su drogadicta voz de sapo
o las ranas al griterío ante
la inminente sudestada pero yo
hoy
miro las ballenas resoplando maravillas
y quiero escabullirme en la profundidad
ser su sinfónico canto ser nocturno
como los que escurren sus cuerpos
en las baldosas de este sur helado
ser mar tibiecito piso candente
ser ballena o pobrerío al alba
deslizarme en su permanencia
en la ausencia de la justicia
quiero ser albatros picoteando
sus microbios o buhito noctambulario
resoplando sus oídos o ángel
arcángel entrometido
quiero ser las manos pequeñas
que me acarician los días
la sonrisa que me amanece
justicia que merecen los pobres
hoy pasaron las ballenas
y soy alegría y son tristezas
de quienes llevan dormideros
empedrados lastimosos
hay una memoria brutal
que jamás me abandona