lunes, 16 de diciembre de 2024

hoy pasaron las ballenas


y en las pupilas quedaron sus cayos
blancos amarillos rosados
se saltearon las malas costumbres
del día a día la intransigencia de la lucha
y
uno más de nosotros viviendo en la calle
y otro otro otro
otro durmiendo en su charco de lágrimas
en su calamidad en la calcarea desolación
en su drogadicta voz de sapo
o las ranas al griterío ante
la inminente sudestada pero yo
hoy
miro las ballenas resoplando maravillas
y quiero escabullirme en la profundidad
ser su sinfónico canto ser nocturno
como los que escurren sus cuerpos
en las baldosas de este sur helado
ser mar tibiecito piso candente
ser ballena o pobrerío al alba
deslizarme en su permanencia
en la ausencia de la justicia
quiero ser albatros picoteando
sus microbios o buhito noctambulario
resoplando sus oídos o ángel
arcángel entrometido
quiero ser las manos pequeñas
que me acarician los días
la sonrisa que me amanece
justicia que merecen los pobres
hoy pasaron las ballenas
y soy alegría y son tristezas
de quienes llevan dormideros
empedrados lastimosos
hay una memoria brutal
que jamás me abandona

*spoiler*


sos lo que le hace falta al mundo decís
sin ver la ceguera del mundo
ni mi ojo tuerto frente a la matriz
gastada del tiempo
uno siembra y el tiempo dispone
si queda caduco o ansioso el porvenir
tanta gente con las venas hirviendo
contra el suelo el suelo que lo germina
raíz de la patria odiosa oh Diosa tierra
que vapuleamos como depredadores ajenos traenos lo que necesita el mundo
la carga ancestral el fuego fatuo
el spoiler armonioso de la humanidad
calor anuencia
de este suelo hincado en la soberbia
sos lo que le hace falta al mundo decís
y el ojo que me queda sano
cae

*la casa invisible*


en la plaza los vasos desperdiciados
las ropas venteadas hielo entretejido
la duermevela se hizo añicos
sobre sus mantas agrias
son cuatro o cinco escondidos
entre las telas mi rabia espanta
la tristeza primigenia
la injusta manía del poder de la avaricia
yo malherido por el asombro
por los goznes de la impronta
argüí con desesperación
con improperios muy puteadores
y sobre los cuerpos de escarcha
las toneladas de la vida
el sinsabor que emana
toda la impotencia ante tanto
hay un imán de sorpresas
tras la puerta supuesta
dentro del cochecito de bebé
donde el futuro es tan inexistente
como su casa

sapiencia


no hay en mi inocencia
la novedad y la fusión de esperar
de absolverme ante lo imperante
qué se cree el dia y el idiota que acaece
en mi sobrevivencia
qué se cree el amanecer que
va a albergarme en su cuna alunada
en ese roció fuerte y pleno
como la juventud que aún no me abandona
y espero jamás lo haga
me sea el amor como hasta hoy
siempre en las pequeñas tibias manos
que me toman y adormecen
en mi paseo por la vida por el placer
más eterno que me ronda
es la inocencia la verdadera sapiencia
del inocente
del inmaculado estereotipo que cree poder dominar mi subconsciente
ese punzante que ronda mi psiquis y dice
que sea esa justicia que anhelo al fin
sea vida nueva modernidad del amor
que al fin un día caliente de fuego
nos levantará las manos
para ser alborada

las habilidades del mundo


quién hace esto
quién logra que me siente
a la cabecera en una mesa redonda
y me rompa en pedazos
cuando una mano pequeña me sostiene y
tira mi sin razón hacia el horizonte
de un cuarto donde se ama hasta
el desandar al desahogo
de lo posible del llanto cantado
en mis pupilas
la luz se difumina en un rostro tierno
se hace colores de armagedón
en la placenta que creíamos
y ya no es más que candor elocuente
y soñando las habilidades del mundo
el destellar de la mitad de quienes somos
nos lleva a los extremos inconmensurables
de la vida

joyas


escribo joyas opacas
en solidaridad con la palabra
sobre este asfalto rugoso
pozo en mi cara que suelta habladurías
la muerte no es tan muerte
si a diario se avecina y da
volteretas en derredor
cobriza entre mis llanos
no soy el inmortal que soñé
vivazmente muerto encaminado
al fin en medio de la subsistencia
del apático presente
del punto de vista o corazón
donde cada paso cada soplo
nos levanta y todo es reyerta
y todo es paz pan ensañamiento
de las almas
encalladas en la finitud
que les han vendido o disfrazado
en el consuetudinario ser
que carisma lo imposible

disonancias


los
rayos de sol clavados en el océano
en este instante secular
cuando la pantalla alerta
el sentido táctil de las palabras
la algazara del bondi
el comienzo del frío
las voces sucias que nos imponemos
que ponemos a polemizar
las muy capciosas las muy captadas
en el arruche de los corazones
difuminados en la ira
en las sienes desorientadas
hasta que la luz de los ojos
se entrecrucen sean enlace visionario
recrudecimiento divinidad de los sentidos
plexo a plexo vozarrón de latentes
en que la noche amnésica
deja salir las almas retomar
el aliento incandescente y
recibir la alborada entre las manos
del perdón

otro le travaladna


otro le travaladna
(Divididos)
hay discordia entre mis palmas
para levantar una rebelión
una algazara de estrellas y piedras
un acontecer apócrifo
ensimismado en este presente
que ora a genocidas
y derraman su hedor sobre las masas
en las mordazas que alisan con saña
quieren amansar el tiempo
retrotraer advenimientos
lo ya ganado lo vencido
con su melena falsificada
nos quieren corroer la memoria
gestar nuevas ignominias
jóvenes desinteresados de la lucha
de las cabezas empañueladas
no hay aroma a cálidos tiempos
sólo desvencijos del oprobio
que cercaremos con barreras
de humanidad y renovado amor
estamos enrostrados de bienaventuranzas
de euforicos porvenires
indómitos a la hora de amar
llevamos en las manos
lo que nos queda del mundo

fuego


encontré una palabra en tu palabra
en el cenit en la luna
que dejas en mi frente
en el oropel de esta boca
donde hoy no cabe
de inmensa la felicidad
el blanquecino de tu sonrisa
graba en mi pecho la palabra amor
y no he querido tener más sueños
que los que muerden mi corazón
sigilosos pasos
acróbatas en el ciclo
del vivir del querer
aluvión de aromas de tactos sutiles
platino de mi lava fértil
melaza del volcán explotando
hacia los remansos de tu centro
deseo ser tu lengua
para transportar al aire tu sabiduría
el vocablo invadido la saliva
de esa boca florecida
algodones dulces
poblando mi mitad
el gong que vate vibraciones
temblores del placer
que no aplacan las arterias sedientas
los poemas de mis cuerpos
benteveos en tu ingreso
alondras que egresan desde mi cintura
desde la cósmica planicie de tu vientre
donde soy refugio mar en calma
vehemencia reivindicada
sal para tu dermis para el rosado de tus uvas
de la pendiente por donde me lanzo
a los confines del porvenir
contra las babas
de tu Armagedón
donde soy fuego
impertérrito

ad referendum


lampara que llevo en la voz
en la erótica constelación de la boca
sarpullida de ideales
me atañe a la gente
a desposeídos y poco cuerdos
angela mi bogar desnudo
mi abdicación recurrente
a las garantías de la soberbia
conjuros acechándome
el padecer las cadenas desencadenadas
la desesperación el por vivir
soy
noctambulario del mundo
palabreador ad referéndum
anodino acérrimo anticlerical
la sagrada poesía me abunda
me cunden los panicosos
los inciertos más certeros
lo eficaz de poetizar el manto
el espanto el grito el canto
soy perspicaz anhelo de la audacia
ancla en lo no dicho en lo por decir
palabras que se queman
en el acceso a mi ser

carta a un poeta amigo


a Carlos Enrique Cartolano eternamente
no sé si recordarte a través de la reja
que pinté tantas veces o
en tus cincuenta y cuatro cajas de libros que trasladamos de una casa a otra
en las íntimas charlas en lo profundo de las palabras
en tu mano poeta que tantas veces
me tendiste en tus rabietas
en los almuerzos que nos preparabas
o en la copa de vino que hoy nos falta
no sé si recordarte a través de este mal poema o en esta foto con Jorge o en los encuentros que hicimos en El Ventanal
en Palimpsestos o en las bolsas de palabras
que guardaré para siempre contra el pecho
ahora que convivo con la muerte y
entiendo tanta vida y soy feliz
y lamento el estar siempre por ir
y no llegar
aprendo a recordarte en cada risa
en los libros con que me pagaste
en toda la inmensidad de la poesía
aprendo Carlos
a no olvidar

óbito


quiero sacarme este cerebrito redundante
ponerlo en el fondo del inodoro
en la culata de la escopeta
ahogarlo con las púas del alambre
que sea hostil como lo hace conmigo
con este cuerpo aguachento
pálido flácido destartalado
vano como lo que parece existir
que sienta la corrosión cada aguacero
de la incontingencia de la percepción
del olor a enmarañado pensar
al tilo indiscreto que me enverana
que permanezca en una cueva evanescente
que no tenga raciocinio
para serme sólo claudicación
esmerilado inconsciente
caducidad en lo malvado
en lo eyecto en el por doquier
donde trata de eliminarme
de desaparecerme
y me abandone finalmente
cuando mi óbito transite
sus últimos metros
sobre la cureña

mortum


en este cuerpo ya no hay nadie
ya está el vacio
tan solo una sucesión de pasados
de dichos y entreveros.
de amorios y besos raudos y violentos
de amor por doquier
de prisa sin resurrección
sin espacio para arrepentimientos
asi es la muerte así es la vida
la incógnita tan buscada tan anhelo
tan bilateral
no queda más que el recuerdo
que el vilipendiado fulgor de ser de revivir de poseer
lo evanescente

ya querubines


impávidos los muertos/en su calesa de colores tétricos/ papiros luminosos/
brillan en su vuelo/ sobre la libertad/
ya están llegando a su destino/ querubines/
al sitio donde se libran/ del llanto/ hacia la eternidad/ revolotean/ en las cabezas
de sus amados/ de sus amantes/
ya se quedan para siempre/ entregados al universo/ al anverso/ al coloquio de esencia/ a los pliegues de haber sido/ a la solemne
cúspide del mundo/ al plano que los logra plenos/ ya están ahí contando todas las caricias/ y los besos que regaron/ terrenales

mortecino


todo lo que mis ojos miran
está lleno de mareas como mi vida
espumas blanquecinas suaves asfixiantes
tibieza ventisca bruma sal
ese rumor de aguas enceguecidas
rodantes avasallando las sorpresas
la dicha de estar vivos entre tanta muerte
entre tanto porvenir halagüeño
desmitificador de ahoras y después
todo es extraño en compañía de la soledad
posee tanta presencia
tanta herrumbre en las ansias
ambigüedad entre las encías
tras el pecho la erosión de las vicisitudes comen al fin
mis restos carroñados

astromelia

 

me voy del mundo navegando
el ictus de la muerte
este tejido erróneo en que habito
es el sustento de mis felicidades
y desaciertos desenfrenados
opulentos y bienvividos o malmoridos
cada intersección es un acertijo
una busqueda espectral
voy cortando alambres con los
pensares con los pesares
oxímoron sobre vías de óxido
impactando mentes escuetas
que no me comprenden
porque soy algarabía
euforia por vivir por ganar amor
soy el que lleva una corona de palabras
eslabones de letras sobre el cuello
el que escudriña entre poemas
allí protegido por esa burbuja
por una coraza poética
corro a la deriva y no tropiezo
no escarbo ni caigo
soy escombros semánticos
construcción recurrente entre mis vísceras
en la amalgama de colores
soy fulgurante. pasión
cordillera polen néctar
viento del sur poesía revolución
astromelia

hoy pasaron las ballenas

y en las pupilas quedaron sus cayos blancos amarillos rosados se saltearon las malas costumbres del día a día la intransigenci...