las aurículas entran en mis ojos
con un vapor azul ósmosis del traspecho
batiendo alas de cóndor gones del amor
reciente pasar de los escalofríos
lujurias preñadas sueños para siempre dijimos
mancha solar en el ceño de los hijos
el tiempo todo lo cura el muy efímero
ese asesino de los días escampes y arreboles
el que te arranca de las manos
el presente que acaba de ocurrir
los recuerdos ese todo casi vacío
aprieta en los más bello y te condena
a ringtone expectante a que todo vuelva a ser
como una garganta empedrada
que asciende a los decibeles más extremos
y en su pesar nos deja una mentira en la voz
la saliva espesa temblorosa
donde no impacta una sola palabra
hoy quiero hablar de la hierba venidera
de heladas y rocíos de agua y esa calor
y tintas retorciendo letras inagotable
gota a gota
la sangre de los poetas
emancipada acróbata de la historia
lágrima y esbozo en la dentadura
gastada de rabiar y reír
apelo a la magnificencia
a la mayor extracción de los inspirados
de cada uno de esos pirados
empíricos valientes
quienes asustan y se asustan
de parafrasear y ser originales
tanto como
la madre de la madre naturaleza
No hay comentarios:
Publicar un comentario