jueves, 20 de junio de 2019

hamacas

en la punta de la noche
golondrinea tu vos por la casa               
tu vos que quisiera ser mi yo

hay una llamita que derrite los bordes
envejecidos de mi corazón
son perras esas llamitas        reclaman en la conciencia

la que anida debajo de mi pelo
podría                tener un par de alas
pero se desala en la turbulencia de los pensamientos

es que te clavaste tan adentro
que es imposible desencarnar
ese filo de obsidiana moldeado
ese tornasol               azabache traslucido
que ensombrece el alma

ungüentos que no curan
no encascaran los surcos desde el ingreso
hasta el punto culmine de alojamiento

me sorbe la agonía de este día
el frío        la oscuridad impregnada
sobre el instante de la nostalgia
brisa sobre la serenidad      viento sobre la brisa

una pequeña partícula de tibieza
hurga en mí                          mientras
tu figura espectral juega
en las hamacas danzantes del recuerdo

No hay comentarios:

naciendo

 hay ahí una eternidad un sendero donde me paro y mis manos son íntimas placebo de sus pieles voces de mi intelecto a quién acudo de vez en ...