martes, 4 de agosto de 2020

sombra

qué manada hay en mi mano/ en estos siglos de 24 hs / donde el éxtasis es efímero y ajeno como el espíritu
la sombra ya no es dueña de los árboles ni las aves de sus flores/viene a traer el frío en su apagón
quién va a juzgarme ahora / a escuchar mis ronquidos sufrientes/ mis apestosas palabras
vengan a llenarme de clavos los ojos/ espántenme los azucares de la piel/ la corroída especia que me invade
a dónde irán a buscarme los espasmos / ahora que ya no tengo cuerpo/ ahora que mis hijos no danzan sobre mi vientre
y los motivos son velados a la vera de la cicatriz/ 
quiero decir/ cómo duele el dolor

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