miércoles, 15 de agosto de 2018

ley

yo             que estrello las estrellas               contra mi
mientras la mano de un sueño me tapa los ojos
forzada a desentrañar las entrañas
con el hierro calcinante del abuso

el corazón es un lingote perpetuo
la sangre cegadora embalará mis infiernos
cuando las monedas regateen el para siempre

estoy aquí           desesperada          reclamando ley
no ley para darme el gusto de vez en cuando
ley para erigirme sobre los peldaños de la igualdad

del vivir

como ser amador               sin embates del oprobio
para tomarme de la cercenada razón
y usar al fin las alas que arranquen el dogal

en un plato limítrofe               comerán mis pedazos
los bienaventurados y procaces
los señores embarrados                      en su medioevo favorito

en la pudrición diseminada
sobre los hendidos pensamientos
de sufragantes amortajados
que un día u otro
cargarán con mi muerte

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