ese goce y denuedo intenso
con la peculiar insistencia de ser
mayestatica iridiscencia
preñez del quehacer en las manos
en el impulso de los pies insomne
jornadas hacia el camino agreste
y el estruendo de nudillos en la nuca de la paz
tiempo a raudal acaudalado
un ya concomitante a los cambios del cuerpo
aullido acompasado
que estrecha palabras
dónde sos vida ?
cuánto morás?
a qué llevás?
madre indómita
navegando las sangres
parchando corazones
abatidos ensañados jugosos
que nos arrojarán
a la inocencia
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