miércoles, 27 de marzo de 2019

la casa

con su gramilla brillante nos besa las bocas
entre mano y mano su fuerza de sentidos
mezcla los cuerpos esbeltos
que no pretenden más que el amor

su ambarino como un culto a la palabra
se hace manto y nos deja solos             ante tanta gente
porque este día colmado                       nos recomienza

el pedregullo es un canto a nuestros pies
que se rozan al igual que el canto
que ejecutan los poetas
las pupilas se disuelven unas con otras

en su ritual veloz las nubes hacen jugar
al sorprendimiento hasta posar
nuestras clavículas frente al pecho del cielo
ya somos                     como desde hace tiempo
el tiempo

el poema en tu aliento que invade mi oído
el café entre dedos que sólo tienden a la caricia
los corazones inflados como tórtolas azulinas
que nos picotean las cabezas 

la casa nos guarda con los labios unidos
entre la oscuridad
personalidades pasadas nos hicieron poesía
nos encerraron para siempre
con sus espectros que la habitan

así somos quienes caminamos los suspiros
para sobrevivir con las voces empapadas
con el "por hacer" intacto

la luz de sus ventanas en la noche
nos agasaja nos inventa la fotografía desde tus manos
tu piel con olor a madre
sube las escaleras blancas mientras
recorro tu andar             

es la hora del poema         de su garganta fresca
sale tu voz               tu susurro
frente a la imagen de Victoria que nos observa
con una mueca de amor

No hay comentarios:

naciendo

 hay ahí una eternidad un sendero donde me paro y mis manos son íntimas placebo de sus pieles voces de mi intelecto a quién acudo de vez en ...