lunes, 1 de marzo de 2010

Amor y Trinchera ( Carta de Amor)

…y es la impostora traición la que me aleja de aquí, la que como imperante daga acecha sobre los pueblos, inocentes como humedad infantil. Pero no creas que al partir mi corazón conmigo irá, donde tu corazón cante triunfos y derrotas el mío abrazado a él estará.
Debes saber, también, que el amor no ha terminado, si no que se ha intensificado y es por ello que desangrándose en mi puerta está el deber.
La tierra está pareja y labrada para todos, no para unos pocos, y es allí donde se debe sembrar, para cosechar florecillas de un nuevo amar.
Hasta donde tu visión alcance, hasta allí llegaré yo, te abrigará mi aroma y los niños te contendrán, mi perro será tu amigo, mis letras te adorarán.
Pero si me retraso, no te preocupes que ya llegaré, tal vez sucio de trinchera, aunque con el alma bañada de claridad, para que cantemos odas a la verdad, puritanas epístolas de dignidad.
La silenciada ave retomará su independiente canto, el Poeta resurgirá en su pluma, las armas en museos morirán.
Mas no llores ahora, guarda esas lágrimas hasta mi regreso, las mismas que bendecirán la emoción cuando recupere tu beso.
Volveré perfumado en vida para abrazar tu desnudes feliz, a sembrar el porvenir que un día habrás de parir.
Y si he de morir allí la tierra me envolverá en alas que por fin libre me harán sentir.

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