Dulces murmullos de niños
invaden este espacio,
y mi atención derrama sangre
por llegar hacia ellos
lento, despacio.
Mi corazón a través
de mi mirada los abraza
y de a ratos no los comprende.
¿ Qué me pasa?
¿ Donde está mi infancia?
¿ Donde?
¿ Donde mi inocencia?
Inocente.
¿ Qué fue de mi niñez?
¿ Quién creó la adultez?
Estúpida, engreída.
¡ Inmadura !
¿ Quién me envía aquí?
Quiero ser niño,
ayer,
hoy,
mañana,
siempre.
En vez de desarrollar mi inteligencia
desarrollo mi ignorancia
cada vez más y parece
no cesar.
No sé cómo continuar
si pienso de manera constante,
se torna difícil, hasta insoportable,
no me permite seguir adelante.
Solo a través de ellos
puedo seguir
mi madura inmadurez .
Pero, ¿ hasta cuando?
Porque ellos también
algún día serán
maduros inmaduros
e indefectiblemente
sufrirán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario