sábado, 23 de diciembre de 2017

morí

en su rodante blanco                        equidistante a quien fui
alentando a sus caranchos                que
tironean mis ojos            mi pelo

por donde me enfermo anduve
por donde anduve enfermo
una hormiga me pica la mañana

y desterrado del pago
velo para siempre desde el fondo
hasta las ideas que plasmé              en los espacios recavados
entre la pobreza y sus miserias

mi grito encuentra el surco             huyendo para siempre
soplado en mis palabras
ellas harán el juego                         arando en la locura
implantada un día

hembras palabras                            machos momentos
que unieron la fecundidad hasta parir pupilas al corazón
solitario forjador de los sentidos         
que me pela las yemas         los vellos          lo bello

ecuánime soplo de ésta sangre
que en algún instante
alzó su voz

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