lunes, 6 de julio de 2009

Con pasión


Aún no he borrado
tus dulces besos
de mi triste boca
ilusionada de amor.

Aún poseo el roce
de tus cabellos suaves
como el algodón,
en el mismo instante
en que huían
de entre mis ajadas manos,
sin razón.

Aún guardo la humedad
de mis ojos en abundancia,
de cuando fueron testigos
de tu timidez y alegría
ante sonrisas de la infancia.

Aún aguardo con pasión
el cruce de tu piel con mi piel,
las lágrimas de tu interior
en mi ser.
La resina de mi árbol
en tu perfumada flor
y el temblor final
del amor.

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