sábado, 17 de marzo de 2018

ecocidio

sobre mi mano extendida han sembrado calaveras
descarnados cráneos                   nuestros
se nos ha esparcido una nube dentada
que mastica nuestro interior

dos puños acuñados al cuello seco
la vida se está secando
el viento empalidecido por éstos tiempos
sonoriza la idiosincrasia

llaga que endulzará uniendo a los buenos
quienes golpearán la puerta de los adormeceres
a éste país grande como temblor de parto

ya no habrá manto envenenado que cubra al mundo
sólo calor de sol moderno
almas que palpiten la madrugada
para equilibrarnos los cuerpos         sernos todo           

abrir la ceguera            desanudarnos las piernas
hasta cambiarnos los labios
para gritar con la boca del amor

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