sábado, 30 de diciembre de 2017

apedreado

sobre el paladar del atardecer
se aleja un día más sin vos
acompasado por el lamento de una torcaza

me divulga una brisa vulgar
que no hay vuelta atrás
que está ausente aquella incrédula perfección

qué manía la mía y la tuya
de qué mano emana el sinsabor
sabroso elixir de la nostalgia

aún revolotea  el perfume de alfalfares
que impulsaste hacia mí                 eternamente
tu silueta mágica                          jamás escampará
sobre mi nebuloso semblante

incierto yo               cómo un niño solo en la soledad
encabritado en mí mismo
encandilado sobre vos

qué le voy a pedir a los olmos
más que la sombra robada de ayer

no da       
así no da el amor
así cierne el amor
ese apedreado intruso que nos posee
tan solo por un instante

No hay comentarios:

naciendo

 hay ahí una eternidad un sendero donde me paro y mis manos son íntimas placebo de sus pieles voces de mi intelecto a quién acudo de vez en ...