martes, 17 de octubre de 2017

baldazos

el sol     y     la gran mañana        arengas
del futuro que desclavan puñaladas
dejando los canutos alojados en cada día
en todo impertérrito inicio

anunciaciones que uno deja desvanecer
aguardando el momento ideal                   preciso
en los colapsos de las esquirlas recibidas

las aves pardas      despiertas apenas
gargantas que azuzan convertirnos en melodías
donde se desperezan las ilusiones
los sueños acumulados

hay toneladas de cielo apresando el iris
manos azules trabajando la cotidianidad
ese imán hacia el cambio      a querer la vida íntegra
puñado de totalidad          que no nos animamos a albergar
aunque lo deseemos con todo el inconsciente

apresurar el trayecto marcado
a baldazos de mar y dicha
es traer entre manos
al pichón de la felicidad

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