sábado, 3 de junio de 2017

musgo

a punto de abismarme en la incomprensión
dije                     heme aquí
frente a tus pies sexuales               rituales
impusiste de tu belleza                  escandalosa
hasta sentir puñetazos en la cornea                 redención en mi centro

adentro               de la carcomida juventud
entre tu cuerpo         donde los peces me albergaban
reposé quieto         como el primer ser dentro del vientre

atestiguando el accionar del tiempo
los diferentes efectos de tus olas           quienes me traspasaron
no había miedos en mi espalda
ni voces en los adentro

la jauría hacía sentir su tropel
los cimbronazos de mi entero
el tronco ávido de esta estructura               resignado
como un girasol a punto

veme aquí
acróbata de pie zafado                     estío
ante la presencia de quién sabe

un invierno derrota          escabroso tranco
que me puso piedras en el seso          contra el pecho

cómo derribo éstas murallas          si el musgo
me cubre el deseo              la osadía            
eslabones de barco en el cuello                en la vergüenza

ni siquiera la muerte se deja
ni el hilo suicida de la esperanza

hasta cuándo voy a cubrir lo deciso
si lo indeciso me colma la cabeza      
hasta cuándo arrastraré el plomo             si
lo servido se ha derramado          en definitiva

y me mantiene atento                  cada vez
que agonizo resoplando mi última baldosa
esa luz que se quiere apagar eterna
mientras suena la campana del fin

acobardo mi valentía         siempre que el impulso se me trunca
en la vejez de la jornada                  impúdica manía
que no quiere salvarme la verdad

no puede haber excepciones en mi mentiroso destino
al que me lanzo sin resistencias                      ni epílogos

un silo vacío retumba en la soledad
sobre los campos de la desidia
contenida desazón en el empírico momento
fragmento de mi integridad                       que va juntando
uno a uno                           tus pétalos abandonados

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