jueves, 9 de febrero de 2017

fatuo

tentado ante el poder de tu brazo
que de un lado a otro atraviesa mi estómago
escribo

la peste en que naufragamos
cada instante               cada piedra
que irrita la planta de los pies
los ventrículos dorados detrás del pecho

el sopor en carne viva            el no abandono del ansia
la plena esclavitud de los sentidos
los espectros titubeando

la esencia de los dominios
la extinción de los demonios ante lo fatuo del querer

esos perros ilógicos que excrementan la muerte
esa paciente muerte que acabará con todo
menos con lo hecho

los desvencijados alambres que sostienen mis parpados
aguantando la plenitud de las palabras y esos rastros
que ni siquiera la salvaje oscuridad
apagará

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