Te recuerdo Amanda,
la calle mojada,
corriendo a la fábrica
donde trabajaba Manuel.
Victor Jara
la calle mojada,
corriendo a la fábrica
donde trabajaba Manuel.
Victor Jara
él sostenía su mano de paloma
ella esgrimía aquel rubor
mas tarde
llegó el abrazo y el " te quiero"
pero no un " te quiero" cualquiera
sino el más hermoso
el de los humildes
la pala apoyada en la pared
lo aguardaba
los reflejaba
con un poco de apuro
porque había que seguir
trabajando por el mañana
el de ellos
el de los hijos
y las manos rozándose
hasta la última partícula del minuto
que les quedaba
él
a cada paso
pala en mano
giraba la cabeza
ella
con su vestido a flores
su femineidad
la sonrisa derramaba
los hijos que aún no eran
en sus mentes
su semblanza
la hora de volver al trabajo
era de los dos
3 comentarios:
Gastón:
Tu poesía es plena en amor, mostrando un caminar compartido y, además, con la invitación a que sea continuamente transmitido, por eso te digo que simplemente logras que tus versos nazcan no sólo en mis manos, sino en las de muchos y sabes por qué, pues porque esas sencillas estrategias y prácticas las fundas desde lo humano.
Abrazos contagiosos
Si, Gastón, es como dice "Dino" más arriba... tus versos están embriagados de humanidad y eso moviliza huesos, entrañas y lagrimales...
Gracias por compartir tu bello dón!
Mil gracias queridas amigas, las quiero mucho.
Un abrazo a ambas.
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