martes, 16 de agosto de 2011

Palabras fecundas


rueda la esfera del bolígrafo
en trigales maduros

otorga palabras fecundas y despoja amantes pasados

las pieles novatas bisbisean
                                     en el oído de mi atención
mientras cumbres con picos rosados
                                                    se erizan ante el aliento del invisible

los sedimentos se depositan
                                       en la hendidura pueril de la Pacha

donde mi vida se refugia
                                  tibia y vana
donde la pluma inerte besa melancólica
                                                        a la humedad, al estero

se enreda la fricción en mi pecho de jamelgo

reparo la inocencia en la cárcel de los exabruptos
con un gemido de ramas
contiguo al grito jadeante de la noche

y el glande de la vida
tácito
hundido
        en el núcleo abrasador de la tierra

insistiendo

insistiendo

insistiendo

hasta que se produce el temblor
con hilos de hielo en la dermis cansina

una ráfaga de semillas

luego
el rumor
la soledad
la nada

tengo silencios en la mano

2 comentarios:

Dino dijo...

Tienes silencios en tus manos tal como lo habían acordado... tienes el bolígrafo en tu mano y tu ideal por bandera y, aunque por esta tarde podemos descansar, pronto amanecerá, tendremos los ojos abiertos y un valioso silencio en las manos que renuncian a costumbres y palabras necias.

Hermosa poesía regada en trigales maduros.

Te admiro, poeta.

Gastón Sequeira dijo...

Más te admiro yo Dinora.Una poeta como vos no tiene desperdicio.Voy a hacerle algunos cambios a esta poesía y la voy a volver a publicar a ver que te parece.Gracias por seguirme fielmente querida amiga.
Besos silenciosos en tu mano.
Gastón

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