lunes, 1 de marzo de 2010

Sensación Térmica




De un tiempo a esta parte
el invierno de todo se apoderó,
al tibio y florido verano
de a poco lo absorbió.

Humedeció la tierra
heló sin piedad los vegetales,
cubrió de nieve los campos y montañas
y dejó sin efecto toda yerra.

Hasta aquí una emoción,
aunque no nos dimos cuenta
que al hombre también alteró,
mas no fue externa la sensación.

Tomó su piel, su carne, sus huesos
y lo que es aún peor
cambió de color su corazón;
lo vistió de blanco hielo
matando el rojo amor.

Cuentan que se encuentra al norte,
que un viento frío y huracanado
nuestra América latina quiere invadir
y que alguno con festejos
lo quiere recibir.

Pero no permitiremos la intromisión
lo detendremos con verano de ciudad,
calor de cemento y cal,
con primavera de verdes prados
y con nuestra fuerte y digna
selva tropical.

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