lunes, 1 de marzo de 2010

Apología de Vida




Si miro una florecilla
me estremezco,
aunque sé que será
pisoteada en cualquier momento.

¿Cómo se puede denigrar
la sucia palabra
y más tarde echarse a matar?

¿Cómo un hombre
debe alzar los brazos
y rendirse ante su hermano?

¿Cómo se cuidan
soldados de enfermedad
y luego se bombardea
la escuela y la ciudad?

¿Cómo puedo admirar
la belleza de un prado,
si sé que alguien puede
despedazarse a mi lado?

¿Por qué no bañarnos
en cantos, perfumarnos de letras
y terribles besos de los
más bajos?

¿Cómo morir sin agonizar?
¿Cómo hacer del negro
un color bello,
en vez de un sinónimo
de exterminar?

¿Qué fragilidad?
Como si la razón no pudiera
pensar en amar.

LLénome el alma
de ti y comienzo
la vida a anunciar.

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