¿ Cuantos besos cabrán
en la abstracta textura
de tu piel?
¿ Cuantos besos será capaz
de derrochar mi boca casi abierta?
Hoy el mar amaneció
monocromático, arrullándose
en su propio regazo.
A pesar de ser el mismo
que ha recibido atómicos
cachetazos.
Temibles avances del denso
petróleo.
Amenazantes armas y
almas desalmadas.
Y mis besos son como ellos
desalmados, que embaten
contra la inmensidad
de tu piel.
Insisten a cada instante
hasta lograr el tedio
de las florecillas
macoyantes de tu vientre.
Quien fuera el Poseidón
de tu cuerpo para
desatar increíbles tormentas
y gigantes olas
ante cada navegante
que enamoras.
Pero me conformo
con una pequeña ola
que acaricia mi arena
y colma inevitablemente
todo mi ser.
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