lunes, 6 de julio de 2009

Solo resta esperar


A nuestros hermanos hondureños
Algún día tu reino
será único.
Algún día tu vida
será nuestras vidas,
inquieta inamovible,
eterna.

Algún día tus niños
cantarán, reirán, danzarán,
jugarán y correrán
solo para ti.

Algún día tus hombres
trabajarán, estudiarán,
crearán, amarán y engendrarán
solo por ti.
Algún día tus ancianos
tejerán, amasarán,
cultivarán, declamarán
y filosofarán
en torno a ti.
Algún día, tu día
Llegará.
Algún día la muerte
leyenda será,
algún día existirá
solo tu bondad.
Entonces tus manos
nos cubrirán, protegerán,
acunarán, acariciarán
y nuestras bocas
tu nombre gritarán:
LIBERTAD.

naciendo

 hay ahí una eternidad un sendero donde me paro y mis manos son íntimas placebo de sus pieles voces de mi intelecto a quién acudo de vez en ...